El pasado año 2018, la Wi-Fi Alliance presentó lo que se considera la mayor actualización en seguridad de redes wifi de los últimos 14 años, el Wi-Fi CERTIFIED WPA3.
Hace poco más de un año salió a la luz una vulnerabilidad que afectaba al protocolo WPA2. Se trataba de un fallo de seguridad que permitía a un atacante descifrar todo el tráfico de red que hubiera podido capturar. Esto era posible debido a un fallo que afectaba al proceso de intercambio de claves entre el punto de acceso y los clientes de la red. Esta vulnerabilidad si dio a conocer como KRACK, e hizo que tanto los fabricantes de software, como de hardware, tuvieran que publicar rápidamente actualizaciones que mitigaran esta vulnerabilidad.