Su pantalla ofrece 14 pulgadas y su peso no llega ni a los 2kg.
Las portátiles para jugar sufren de algunas restricciones, por ejemplo; todavía no pueden igualar el poder de una PC de escritorio, su tamaño y peso las hacen equipos semi fijos y la duración de batería es una risa para los estándares de hoy.
Hace algunas semanas Microsoft anunció que la actualización gratuita a Windows 10 desde Windows 7 y 8.1 dejará de ofrecerse el próximo 29 de julio, cumpliéndose un año de su lanzamiento. Meses atrás dieron a conocer sus intenciones por ocupar mil millones de dispositivos para 2018, lo cual sería más difícil conseguir de lo que parece.
El crecimiento lento de Windows 10 en cuota de mercado, pero más rápido a comparación de sus predecesores, parecía lejos de permitirle alcanzar un nuevo hito, ya que el último más importante le dio el título del segundo sistema operativo más usado del mundo. Hasta la fecha debajo de Windows 7 a nivel mundial, ya no más en Norteamérica, con información de StatCounter.
La promesa de la convergencia era demasiado buena para ser verdad. Canonical nos hizo soñar, pero la plataforma que por fin ha llegado al mercado ha demostrado que tanto en smartphones como en tablets hay aún un largo camino por recorrer para Ubuntu.
Hoy, no obstante, han dado un paso importante: la última actualización del sistema operativo para móviles permite lograr algo que hasta ahora no estaba disponible para los usuarios de Ubuntu en smartphones: ahora podrán convertir su teléfono en un PC de escritorio sin cables gracias a la tecnología Miracast.
